Esta semana tuve la oportunidad de participar en la Semana de la Innovación de la AMIIF, la
cual comenzó con tres paneles increíbles con destacadas personalidades, abordando temas de gran interés como el acceso a la innovación en salud y los desafíos que implica la colaboración de todos los actores del ecosistema, moderado por la Dra. Georgina García.
A pesar de que hubo momentos de esperanza, continúo reflexionando sobre lo que se discutió, especialmente sobre la desigualdad e inequidad en el acceso a nuestro sistema de salud en México.
Se habló mucho sobre la integración de la inteligencia artificial para lograr tratamientos para
enfermedades crónicas, medicina personalizada y el desarrollo de vacunas a gran escala. Aún nos falta mucho por avanzar para que la inteligencia artificial se convierta en nuestra principal herramienta para realizar diagnósticos oportunos. Por ejemplo, algo tan básico como un expediente electrónico sistematizado y unificado, del cual se pueda extraer información para alimentar a la inteligencia artificial, todavía no existe. Además, la cobertura universal para que los pacientes reciban sus tratamientos sin importar su afiliación tampoco está presente.
Estos son nichos de oportunidad que estoy segura se podrán aprovechar, siempre y cuando
trabajemos con un modelo innovador de innovación, como el de Israel, donde el ecosistema en salud garantiza que ningún ciudadano quede fuera de este modelo, recibiendo atención de primer nivel con las tecnologías y medicamentos más novedosos. Para lograr esto en México, necesitamos con urgencia que los tres actores principales del triángulo de la innovación actúen: la academia, los tomadores de decisiones y la iniciativa privada. Estamos seguros de que podemos lograrlo si cada uno aporta su parte.
Comentários